jueves, 3 de abril de 2014

DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN AL LEAN

La semana pasada aparecía en prensa la noticia de que las comunidades autónomas han abierto el plazo de inscripción de nuevos alumnos para el próximo curso. Conscientes del papel fundamental que juega la formación en el futuro de cualquier persona, la selección del mejor colegio posible se convierte en estas fechas en foco de atención preferente para los padres.


Coincidiendo con todo ello se ha conocido un nuevo informe PISA sobre el sistema educativo español y su clasificación frente a otros sistemas educativos europeos. Desde que la OCDE publica este informe, Finlandia ocupa el primer puesto, dándose la circunstancia de que, en primaria, las jornadas lectivas alcanzan las 608 horas frente a las 875 horas del sistema español y el tiempo estimado para la realización de deberes escolares es reducido, entre 15 y 30 minutos hasta los 12 años. 




¿Cómo es posible que consigan mejores resultados en menos tiempo? Parece que, para ellos, no es cuestión de cantidad de tiempo sino de rendimiento.





Sería muy interesante analizar in situ el modelo educativo finlandés, pero, sin viajar a Finlandia, con la información que los artículos publicados proporcionan, podríamos afirmar que el sistema educativo finlandés es un perfecto ejemplo de funcionamiento Lean Management: los mejores resultados con el menor coste.

En el sector educativo la metodología Lean es aplicable como en todos, y en el caso finlandés está conduciendo, año tras año, a las más elevadas cotas de éxito. ¿Cuáles pueden ser las claves?

En primer lugar, se realiza un análisis global de la empresa, la educación, del que no se excluyen departamentos y que no admite procesos ineficientes o mal coordinados. En Finlandia la familia funciona como un departamento más de la empresa educativa, y por lo tanto tiene los mismos objetivos y trabaja para conseguirlos, concediendo importancia y tiempo a la realización de las tareas escolares, promoviendo actividades de ocio alineadas con el fin que se persigue, como la lectura, y estableciendo horarios de trabajo y descanso que permitan el máximo rendimiento. No se busca la eficiencia desde determinado punto del proceso (cuando el niño llega al colegio) y se descuida lo demás, sino que es el objetivo central durante todo el tiempo.
Además, el sistema óptimo una vez establecido, se ha estandarizado
y, tanto en los colegios como en las familias se establecen pautas de trabajo y orden para desarrollar al máximo las capacidades y eliminar totalmente los despilfarros. En Finlandia, para niños, padres y educadores es inconcebible que un alumno no haga sus deberes o que los haga viendo la tele, por ejemplo.

¿Quiere decir que lo han conseguido sin esfuerzo o por casualidad? Al contrario. Los directivos probablemente se han esforzado, y mucho, para lograr estos resultados y han dotado la empresa de los trabajadores (profesores) más cualificados y en formación permanente. Día a día se trabaja con gran compromiso e implicación de todos los afectados. Los resultados son su recompensa.