martes, 26 de junio de 2012


LEAN MANAGEMENT EN SECTORES ESPECÍFICOS:
MÁS ALLÁ DE LA REDUCCIÓN DE LOTES
Mercedes García Durán. Ingeniero Industrial.
Responsable de Grupo de Investigación de la Universidad de Sevilla
Dpto. de Ingeniería Mecánica y de los Materiales. Escuela Superior de Ingenieros.


    El término “Lean Manufacturing” se utiliza como producción esbelta, es decir, producir con el mínimo uso de recursos posibles, eso sí, con unos niveles de calidad garantizados y en los plazos de tiempo especificados por el cliente. El “Lean Management” surge como una extensión de lo anterior, para dar cobertura a todos los sectores de la empresa, más allá de los procesos meramente productivos. 
  
  Desde que nuestro grupo de investigación inició sus trabajos basados en la metodología Lean Management, en todas las jornadas técnicas, sesiones formativas y reuniones con clientes que hemos celebrado, surge la misma pregunta: ¿es aplicable Lean a mi empresa? A lo cual respondemos indefectiblemente que sí, y lo justificamos en la eliminación de actividades sin valor se puede realizar en cualquier empresa, sea cual sea su sector.

   No obstante, a renglón seguido, se comienza a hablar de modificar la distribución en planta, de reducción de lotes, de estandarización, de ritmo de producción, etc., y sobre las cabezas de todos se ven planear las siguientes ideas:

o   Mi empresa no fabrica
o   Mi empresa es especial, no se puede aplicar esto
o   Mi producción es bajo pedido
o   Mis procesos son muy complejos
o   Cada uno de mis pedidos es un mundo, no se puede estandarizar ni parametrizar nada

       De lo que se suele concluir, en el mejor de los casos, que Lean puede ser de utilidad solo con alguna de las técnicas que suele incorporar y que conseguirá mejorar únicamente algunos aspectos muy concretos. No es poco, pero, si nos quedamos con esta visión parcial, estaremos desaprovechando un gran potencial de mejora.

    A todos nos parecen complejas y especiales nuestras empresas, y, ciertamente, lo son, pero, precisamente porque cada empresario o responsable es consciente de tales particularidades, puede aplicar con éxito la metodología de mejora global que estamos considerando. Intentar copiar lo que ha funcionado en otras empresas, sin conocimiento profundo de las características de la empresa, nos conducirá, con muy alta probabilidad, a un fracaso.

      Como exponemos siempre en nuestras sesiones, cualquier proyecto que implantación Lean, que pretenda ser tal, se debe realizar a partir de datos y medidas que permitan un conocimiento en profundidad de los procesos. Identificar los procesos, e incluso, los equipos y los productos, no será una tarea trivial en algunas empresas, como ya hemos mencionado.

         Pero, si estamos interesados en aumentar realmente la productividad en nuestras empresas, debemos abandonar nuestra visión actual de la empresa y esforzarnos por hacer un enfoque radicalmente distinto, puesto que si seguimos haciendo las cosas de la misma forma, seguiremos consiguiendo los mismos resultados. Ya decía Albert Einstein que “locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados distintos”

           Preguntarnos a estas alturas cuál es nuestro producto puede parecer excesivo, pero, en un contexto de aplicación de Lean Management, es importante identificar como producto el bien o servicio que el cliente solicita y paga, con todas las características y elementos adicionales que éste valora. Los aspectos que superen lo que el cliente quiere son superfluos y no esenciales al mismo.

         
         En un servicio de reparación de automóviles, por ejemplo, el producto, según la perspectiva del cliente, puede ser todo un conjunto de servicios: la recogida, la reparación correctamente realizada, la tramitación con el seguro, la limpieza posterior del coche y su entrega a domicilio. También podría serlo únicamente la reparación en sí misma, pero con carácter urgente. De hecho, podría interpretarse que éstos son dos productos distintos de la misma empresa.

        En una empresa que realiza instalaciones industriales, por citar un sector bien distinto del anterior, también son posibles varias definiciones del producto, según las distintas áreas de la empresa. Así puede entenderse como producto la emisión de una oferta de la instalación clara, detallada, rápida y bien definida técnicamente. También puede ser producto de estas empresas el servicio de mantenimiento de una instalación o las reparaciones puntuales sobre la misma.

         En cada caso, la identificación de los productos debe hacerse, por lo tanto, desde la perspectiva del cliente y no a partir de características internas de la empresa, como qué se produce en una línea, cuál es el objeto de las ofertas, etc.

         Al igual que el producto, los equipos son otro pilar de la empresa y deben ser los idóneos para las funciones que realizan. Para cubrir el amplio abanico que ofrecen los sectores empresariales, podemos definir los equipos como aquellos recursos propios de la empresa que intervienen en la obtención de los productos que se hayan definido como tales con anterioridad. De esta forma, serían equipos tanto la maquinaria como los trabajadores, según los casos, y cuando se hable, por ejemplo, de plan de mantenimiento de equipos, se debe interpretar literalmente si lo aplicamos a máquinas o en un sentido más amplio (formación, entrenamiento, reciclaje, etc.) si se trata de recursos humanos.

            Una vez definido el producto y analizados los equipos, restaría identificar los procesos.

        En muchas empresas podemos tener una primera impresión de que existe excesiva diversidad de situaciones. 

           Además de las mencionadas, encontrarán esta dificultad las empresas de construcción, las de alquiler de vehículos o maquinaria, las de fabricación de prototipos, las de diseño, etc. Reducir el funcionamiento de estas empresas a patrones que se repitan no es inmediato, no obstante, si se han definido correctamente los productos, según la perspectiva del cliente mencionada, la tarea se simplifica y se tratará de observar el flujo del producto desde que el cliente lo solicita hasta que se le entrega.

        La tarea de observación debe ser minuciosa y completa, y cubrir un periodo de tiempo tal que nos permita detectar patrones entre las tareas a realizar. Por seguir con los ejemplos anteriores, en los talleres de reparación de vehículos, nos enfrentaremos a diversos modelos, con distintas averías, de distinta severidad e incluso a plazos de entrega dispares. En las empresas de alquiler serán características la imprevisibilidad de la demanda y la incertidumbre acerca del estado en que se devuelven. Sin embargo, tras el seguimiento oportuno, podríamos establecer distintos procesos (reparaciones complejas, reparaciones a realizar en el exterior, las urgentes, etc.) en los que sí podrían estandarizarse las tareas.


Ejemplos de distintos procesos en un taller de chapa y pintura


       Para completar los planteamientos anteriores, deberíamos hacer un recuento de los diversos y múltiples despilfarros que probablemente puedan identificarse en empresas de características especiales, como en todas.

-          Sobreproducción:
        Revistas, catálogos que nadie llega a leer
                                Informes que no se llegan a usar

-          Sobreprocesamiento:
       Proceso administrativo asociado farragoso
               Prestación inadecuada y costosa de un servicio de reparación

-          Stock
                                Estancias innecesarias de pacientes en hospital
                               Almacén con material de construcción para varios años
                               Almacén de repuestos mal gestionado

-          Transportes
                                  Procesos con desplazamientos entre departamentos no necesarios
                                 Movimientos innecesarios de las máquinas o vehículos dentro del taller o garaje

-          Movimientos
                               Grandes desplazamientos de operarios
                               Viajes profesionales con poco o ningún rendimiento efectivo
                               Notificaciones de reuniones y eventos que ya han tenido lugar

-          Esperas
                                Para recibir la atención de un empleado
                                Persona de atención al público, sin público
                               Para retirar un vehículo
                               Para retirar llave de una obra

-          Falta de calidad
                             Contrato u oferta que requiere modificaciones o con insuficiente detalle
                             Alquilar maquinaria con avería
                              Reparación defectuosa
                             Tratamiento erróneo de un paciente
                             Uso de calidades no deseadas

        La excepcionalidad y la originalidad de una empresa son un aspecto positivo, ya que actúa como elemento diferenciador dentro del mercado, pero no debe ser una limitación a la hora de mejorar la empresa o aumentar sus beneficios. No deberíamos privarnos, por tanto, de aprovechar metodologías solventes que, como Lean Managemet, nos ofrecen vías para hacerlo con éxito.





Mercedes García Durán. Ingeniero Industrial
Responsable de Grupo de Investigación de la Universidad de Sevilla
Dpto. de Ingeniería Mecánica y de los Materiales. Escuela Superior de Ingenieros.
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