Razón
social: C/ Despilfarro, nº 7, 2ª planta
Supongo que a estas alturas, no
sorprendo a nadie al afirmar que soy partidaria de la metodología Lean
Management.
Estoy convencida de la validez de
sus principios, que son lógicos y razonables, y la experiencia nos muestra lo
exitoso de sus métodos en la práctica.
Pero, además de todo ello, la
implantación de sistemas de gestión global Lean Management aporta otros
factores tremendamente ventajosos para la empresa.
Es conocido que en fases avanzadas
de la implantación de la metodología, para dotar a la empresa de flexibilidad,
el personal debe tener ser en un grado adecuado de polivalencia. Para llegar a
esto, se suele diseñar un programa de rotación entre puestos, de forma que las
personas lleguen a adquirir la cualificación y el entrenamiento necesarios para
desarrollar sus funciones en más de una ocupación. Cuando esto se logra, la
empresa puede funcionar con células
flexibles, adaptándose así a las variaciones de carga de trabajo, sin
problemas de calidad ni despilfarros.
Lógicamente, esto es muy
conveniente y positivo para la empresa, pero, además, dado que el programa se debe
diseñar a varios niveles de responsabilidad, permite una interacción entre
departamentos muy enriquecedora.

Pero aun cuando no se piense
implantar Lean Management, la planificación de un programa de rotación entre
puestos de trabajo de responsabilidad media y/o alta en los departamentos será
increíblemente provechosa.
Cuando un directivo o
responsable de área salga de su parcela ensancha sus horizontes, aprenderá lo
que otros hacen de otra forma o mejor que él, podrá aportar ideas, métodos y
soluciones en aquellos aspectos en los que él sea especialmente hábil, será
capaz de detectar deficiencias que otros, al verlas cada día, ya no detectan,
y, lo que es más importante, será capaz de apreciar qué es el valor a nivel de cliente interno.
Comprenderá qué cosas se hacen en su departamento o área de responsabilidad sin
que sean realmente necesarias ni de utilidad y percibirá, también, qué otras
acciones serían muy valoradas en otras áreas y/o departamentos pero que no se
están llevando a cabo, aunque probablemente tendrían un coste muy bajo.
Para mejorar la productividad de
la empresa, centrar la atención únicamente en las operaciones de fabricación no
suele ser lo más eficaz. Con mucha frecuencia, las principales fugas de
productividad tienen su causa en el planteamiento y la organización de la
empresa. Es una reflexión a realizar en los niveles directivos y de
responsabilidad, en caso contrario se corre el riesgo de habitar
permanentemente en la C/ Despilfarro, nº 7, 2ª planta (la planta de dirección).